miércoles, 15 de agosto de 2018

Orando Por El Amor



Y había salido Isaac a orar al campo, a la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían. Rebeca también alzó sus ojos, y vio á Isaac, y descendió del camello;  Porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el siervo había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió.  Entonces el criado contó a Isaac todo lo que había hecho.  Y la introdujo Isaac  la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer; y la amó: y se consoló Isaac después de la muerte de su madre. Gen 24:63-67.

La oración formaba parte de la vida de Isaac. Él invertía parte de su tiempo en buscar el rostro del Señor y en estar delante de su presencia. Cuantas cosas nos evitaríamos si estuviéramos en realidad delante del Padre Celestial, oyendo lo que él quiere decirnos a nuestras vidas. 

No sabemos que estaba orando Isaac en el momento en que apareció su criado con Rebeca, pero podemos ver que en la vida de Isaac sucedieron varias cosas. Una de esas cosas, fue que Isaac encontró a la mujer que sería su pareja para toda su vida. Después que el criado le contó todo lo que había sucedido, Isaac entendió que todo había sido obra de Dios y que la mujer de su vida había llegado hasta sus tierras. Esto es una gran lección para nosotros, pues muchos se desesperan buscando pareja, usan todos los medios posibles por alcanzar a una persona, sin embargo muy pocos van en oración a Dios para esperar en él y ver respuesta a sus peticiones. El ser humano tiende a desesperarse y a inquietarse, pero para el que cree en Dios la respuesta está en camino.

Otra cosa que podemos ver es que Isaac encontró su verdadero amor. Cuando Dios trae la persona correcta a la vida de alguien el amor verdadero emerge. Dios trajo a la vida de Adán a Eva y este la amó al instante. Hay una persona correcta para cada uno, cuantas veces hay equivocaciones, disgustos, frustraciones,  fracasos, desilusiones. Cuando amas a alguien puedes soportar todo el tiempo, dice en la carta a los corintios que el amor todo lo espera, si alguien ama entonces esperará, cuando hay desesperación, impaciencia, podemos entender que es un sentimiento desviado, no se está seguro del amor, no se está seguro de que se podrá salvar los muchos contratiempos. En el amor no hay temor sino que el perfecto amor echa afuera el temor. El temor puede hacer que alguien pueda tomar decisiones equivocadas, que se apresure, que no soporte la presión, que se desespere cuando va pasando el tiempo. El temor puede llevar a una persona al nerviosismo, la duda, el amor nos lleva a la seguridad, a la firmeza, nos hace confiar, nos da garantía del futuro. 

El amor es un sello, que el tiempo no puede romper. El amor todo lo sufre, todo lo soporta. El amor da la fuerza para soportar todo dolor de forma callada y sumisa. El amor da la fuerza para resistir la ausencia, da l fuerza para esperar el día de la bendición. Cuando hay verdadero amor hay seguridad.

La otra cosa que podemos ver en el pasaje leído es que Isaac encontró consuelo. La muerte de la madre de Isaac trajo tristeza sobre el corazón de Isaac, pero el amor de Rebeca trajo consuelo a su vida. Cuando esperamos en oración el consuelo a nuestras vidas vendrá, no importando la clase de dolor que hayamos sufrido. El amor trae alegría y gozo, el verdadero amor no trae dolor, en cambio da fuerza para vencer el dolor. Podemos orar al Señor en la alegría pero también debemos orar al Señor cuando haya  pérdidas, cuando haya problemas, en las situaciones más fuertes Dios dará la respuesta y su respuesta será una respuesta de amor, trayendo consuelo a nuestras almas.

Isaac Tenía un lugar para orar. Dice la palabra que estaba en el campo, ese era su lugar de oración, Daniel tenía su habitación, Elías la cueva, Pedro el aposento alto. Cada persona escoge el lugar que más le place para orar, pero si sabemos una cosa que es en el lugar de la oración donde Dios trae la respuesta a nuestras vidas. Hay lugares tan pequeños, tan apartados, otros son bellos horizontes,  bellos atardeceres, bellas montañas, pero para otros son sitios oscuros, Pablo oró desde lo profundo de la cárcel, el Señor clamó desde lo alto de una cruz, Esteban oro con sus ojos llenos de sangre por las heridas de las piedras. Lo cierto es que cada uno que oro no importando el lugar se trasladó al trono de la gracia, para obtener el oportuno socorro. Si tienes un lugar para Dios, Dios tendrá un lugar para ti en su reino. Detente por un momento en tu vida, estás sufriendo, estás alegre, estas bajo crisis, detente y mira al Señor, tu lugar puede ser una cruz, puede ser una aflicción, puede ser una tragedia, puede que sea al lado del ataúd de un ser querido, puede ser una cama de un hospital, puede ser una crisis financiera. El ladrón que estaba al lado de Jesús dejó por un momento su sufrimiento y miró a Jesús, para hablarle, él no se estaba quejando como el que estaba al otro lado, él estaba mirando a Jesús desde su propia cruz, La respuesta en esa cruz fue la más hermosas palabras que tal vez aquel ladrón hubiese escuchado en su vida “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. No importa el lugar, lo que importa son las palabras que recibas en aquel lugar.


Isaac tenía una hora para orar  “… a la hora de la tarde”. David oraba muy de mañana, El Señor oraba en la noche y en la mañana. Cada uno de los hombres de Dios dispusieron un tiempo de sus vidas para conectarse con Dios. Dios siempre estará allí para oír nuestra oración y darnos la respuesta correcta a nuestras vidas. Nunca es tarde para orar y nunca es demasiado temprano para buscarlo, cuanto más le busques más presencia de él tendrás en tu vida, en su presencia hay plenitud de gozo, delicias a su diestra para nuestras almas, él sólo está esperando que le busquemos en oración.




viernes, 10 de agosto de 2018

╗7 CONSEJOS Para PROSPERAR En La PALABRA!!! ╝

1. Descubre tú identidad espiritual. Tienes una nueva identidad en Cristo, en esa identidad eres Bendecido.
2.No andar con personas equivocadas. Te convertiras en la imagen de tus 5 AMIGOS MÁS CERCANOS.
3. NO RECIBAS CONSEJOS de personas equivocadas. 
4. LEE la PALABRA de DIOS todos los días.
5. MEMORICE LA PALABRA. Un verso diario o uncapítulo semanal.
6. MEDITE EN LA PALABRA TODOS LOS DÍAS.
7. EVITE BURLARSE DE LOS DEMÁS. No sea una persona que se burla de las desgracias de las demás. En cambio ame a su prójimo, ayudeles y sea una persona que da sin esperar nada a cambio.

Salmo 1.


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jueves, 9 de agosto de 2018

Serás como árbol






Y será como el árbol plantado junto a arroyos de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.
Salmos 1:3.

Nos da la sensación de firmeza y fortaleza. Los árboles han jugado un papel importante en la vida del ser humano y del ecosistema de la tierra. En la Biblia desde el libro  del Génesis se reflejan en el huerto del Edén, allí predominaban dos árboles, “El árbol del conocimiento del bien y el mal" y el "árbol de la vida"  muchos cristianos ven la cruz como un árbol cuyo tronco es el eje entre los mundos, terrestre y celeste. Muchas traducciones antiguas de la Biblia, traducen la palabra madero, cuando se refiere a la cruz donde fu clavado Jesús como árbol. Por eso mucho representan la cruz como árbol de la vida.

El Salmo uno versículo tres nos hace referencia a un hombre que es bienaventurado porque medita en la ley de Dios, no oye el consejo de los pecadores, ni se sienta en silla de burladores.

Jeremías 17:8 nos amplía la visión del árbol y nos cita “Porque él será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viniere el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de hacer fruto”.

La Biblia compara al hombre como un árbol, el Salmo 92:12-14 nos dice que “El justo florecerá como la palma: Crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, En los atrios de nuestro Dios florecerán.”

Los justos son árboles que se mantienen firmes por medio de la palabra, el consejo de Jehová los ha llevado  a permanecer firmes a través de las diversas pruebas y vicisitudes, hasta llegar a ser un árbol grande y fuerte.

Y junto al arroyo, en su ribera de una parte y de otra, crecerá todo árbol de comer: su hoja nunca caerá, ni faltará su fruto: a sus meses madurará, porque sus aguas salen del santuario: y su fruto será para comer, y su hoja para medicina. Ezequiel 47:12.

Aquellos que meditan en la palabra de Dios tienen la oportunidad de crecer, la hierba está muy baja, los arbustos crecen hasta cierto límite pero los árboles reflejan la vida del justo, que crece hasta poseer una altura considerable para que sus ramas estén en el cielo y su sombra sea de refugio para los más pequeños. 

El árbol fue Plantado. No es que el mismo nació como por suerte, fue plantado por una mano, fue cuidado, fue abonado. La persona bendecida, no se convierte en un árbol por sí sola, sino que la mano de Jehová le ha plantado, hay una diferencia entre la semilla que siembra el Eterno y la semilla que siembra el enemigo, puede haber otros árboles, pero solo aquellos que son bendecidos verdaderamente son los plantados por la mano del Señor.

Plantado junto a aguas.

La palabra es catalogada como agua. La vida del creyente crece porque tiene el agua de la palabra, no se puede crecer sin agua, al igual la palabra no puede faltar en la vida de un creyente. Aquellos que quieren crecer sin palabra, se quedaran raquíticos, se quedaran pequeños, no crecerán, serán débiles.

Jesucristo dijo  el que tuviera sed podía beber de él. También dijo que las palabras que él habló son verdad y vida.

Dios nos va a colocar en lugares donde fluye la palabra, donde está la presencia de Cristo y donde el mover del Espíritu Santo se puede percibir, si no hay esos elementos el creyente puede estar languideciendo.

Aguas de arroyos.

Las raíces pueden nutrirse de aguas contaminadas, o aguas estancadas. Esto da como consecuencia un árbol contaminado o que muere, se debe tener cuidado con la palabra que se recibe, puede asemejarse a aguas estancadas, pozos que no se renuevan. Si se nutre de aguas de arroyos, con agua fresca, agua limpia y cristalina.

Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; retoñecerá aún, Y sus renuevos no faltarán.  Si se envejeciere en la tierra su raíz, Y su tronco fuere muerto en el polvo,  Al percibir el agua reverdecerá, Y hará copa como planta. Job 14:7-9.

La persona de Dios aunque pase por situaciones difíciles, por pruebas, heridas si está cerca de aguas de vida esas aguas le devolverán la vida y reverdecerá de nuevo.

Y brotarán entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas. Isaías 44:4.

Fruto

Una de las características de la persona bienaventurada es que da fruto, hay una palabra de advertencia que hace referencia a que todo aquel que no lleva fruto será cortado.

Ahora, ya también de seguro ya,  el hacha está puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no hace buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Mat 3:10. 

Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que recibiesen sus frutos. Mat 21:34.

Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente, y le dijo: Nunca más para siempre nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera. Mat 21:19.

Todo pámpano que en mí no lleva fruto, le quitará: y todo aquel que lleva fruto, le limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado. Estad en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no estuviere en la vid; así ni vosotros, si no estuviereis en mí.  Yo soy la vid, vosotros los pámpanos: el que está en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer. Juan 15:2-5.

Para ser un árbol que da fruto. Debe ser limpiado por la palabra, debe dejar que la palabra actúe en su vida, la palabra penetre en su corazón y le haga sensible al pecado, llevándolo al arrepentimiento y corrección de errores y pecados, caminando por una senda de rectitud, amor y santidad. Para llevar fruto debemos permanecer unidos a Cristo. En ningún momento debemos separarnos de él.

Podemos detectar si estamos llevando fruto en nuestra vida. La manifestación de este fruto es el producto de la acción del Espíritu Santo en nuestra vida.

Mas el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, Mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley.  Porque los que son de Cristo, han crucificado la carne con los afectos y concupiscencias.  Si vivimos en el Espíritu, andemos también en el Espíritu. Gal 5:22-25.

Una de las cosas que evitan que una persona no lleve fruto es que no han crucificado la carne con sus pasiones y sus deseos. Aquel que es un árbol de Dios entonces vive y actúa en el Espíritu. 

El fruto de Jesucristo no es obra de nuestra propia fuerza sino que es influenciado por la justicia de nuestro Señor Jesucristo.

Llenos de frutos de justicia, que son por Jesucristo, a gloria y loor de Dios. Fil 1:11.

Todo lo que el hombre sembraré eso también segará. El fruto vendrá sobre una persona de Dios porque ella ha trabajado en su vida día a día, aún en los días avanzados los frutos brotaran en la vida del justo, habrá alimento, habrá sustento, habrá dirección, habrá fuerza y prosperidad.

Y aun hasta la vejez y las canas; oh Dios, no me desampares, Hasta que denuncie tu brazo a la posteridad, Tus valentías a todos los que han de venir. Salmos 71:18.

Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado tú, y tendrás bien.  Salmos 128:2.

Decid al justo que le irá bien: porque comerá de los frutos de sus manos. Isaías 3:10.

martes, 7 de agosto de 2018

Deleitate En Su Palabra y Serás Bienaventurado




…en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
Salmos 1:2 

La palabra traducida como delicia es en hebreo la palabra “chaphets” que significa placer, deseo, cosa valorada, aceptable, cosa deseada, placentera, propósito. 

La persona de Dios es bienaventurada porque para ella la palabra de Dios es una delicia. Es un placer leerla, meditarla, estudiarla, memorizarla, comprenderla. Que tan poco se sabe hoy en día acerca de la palabra de Dios. Es uno de los libros más vendidos en la historia y en la actualidad es el libro que más buscan las personas, pero hasta allí llega todo, las personas lo buscan lo compran, lo tienen en sus casas, en sus oficinas, en sus carros, sin embargo es uno de los libros menos leídos, estudiados y analizados. ¿Para qué la gente se compra una Biblia si no va a leerla? Esta pregunta puede tener varias respuesta, pero nos quedaremos con ellas para para ocasión.

Lo que podemos apreciar en este pasaje es que la persona bienaventurada se complace en la palabra de Dios. A muchos les cuesta oír la palabra, otros les aburre, la mayoría ni la entienden. Sin embargo la persona bendecida se deleita en la palabra. Todos queremos ser bendecidos, pero cuántos sentimos un verdadero placer en la palabra de Dios. 

El salmista expresaba esta sensación en sus salmos.

El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado; Y tu ley está en medio de mis entrañas. Salmos 40:8.

El Salmista podía pasar horas leyendo la palabra y no sentía cansancio, podía meditar en ella con agrado, con deseo y pasión. Cuando la palabra llega a ser una pasión en la vida del creyente, entonces será bienaventurado. No fue que el salmista idolatraba la Biblia, sino que encontró en ella las llaves para acercarse a Dios, para agradar al Señor y para saber lo que a Dios le gusta y le satisface.

El salmista encontró en la palabra su pecado, fue confrontado y se arrepintió, aprendió que la Biblia aconsejaba guardarse de lo malo, entonces él decidió guardar esa palabra en su corazón para no pecar en contra del Señor.

En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. Salmos 119:11.

Cuando amamos a alguien buscamos conocer las cosas que afectan a esa persona para no causarle dolor en su corazón. De la misma forma el salmista buscó en la palabra las cosas que no le agradaban a Dios, para no causarle dolor a su corazón. 

Guíame por la senda de tus mandamientos; Porque en ella tengo mi voluntad. Salmos 119:35.

Tener la voluntad en la palabra nos lleva a caminar en el camino hacia Dios. La voluntad de alguien puede estar guiada por sus emociones o por sus pensamientos, sin embargo para aquel que es bienaventurado, su voluntad está guiada por la palabra. Las decisiones de una persona pueden llevarle, al fracaso, dolor y tristeza, pero cuando las decisiones están basadas en la palabra de Dios hay victoria, alegría y propósito.

Debemos entender el valor tan grande que tiene la palabra de Dios. No hay oro  ni plata que puedan llegar a la medida de la palabra de Dios si los pudiéramos equiparar.  Cuando entendamos esto, las cosas materiales serán superfluas frente a la palabra. Muchos dicen tener a la palabra en alta estima, sin embargo podemos ver que en la realidad ellos tienen  a la palabra por poca cosa. Ellos no van a oír la palabra cuando es expuesta por alguien que Dios ha escogido, ellos no leen la palabra, ellos no tienen tiempo para dedicarle a la palabra, por consecuencia sus vidas no serán bienaventuradas, por más fórmulas mágicas, aparentemente proféticas, o imaginaciones que ellos se fabriquen para ser bienaventurados, sus vidas siempre tendrán un bajón, un descalabro, algo que no les permite permanecer en la bienaventuranza.

Mejor me es la ley de tu boca, Que millares de oro y plata. Salmos 119:72.

El Salmista encontró en la palabra un gozo mayor. 

Cuantas veces nos gozamos por cosas que son pasajeras, que al otro día ya no tienen la misma importancia. El salmista se gozó por andar en el camino de la palabra, andar sobre la palabra trae un gozo inmenso, la riqueza puede traer una alegría momentánea, pero andar en la palabra trae una bendición mayor.  Cuando gozamos de algo es porque ese algo nos hace disfrutar, nos hace sentir bien, nos emociona, al principio sólo conocemos parte de  las bondades de la palabra de Dios pero luego al ir conociendo sus profundidades, sus beneficios, sus bendiciones, sus secretos, su poder, sólo esperamos el momento de estar nuevamente ante la palabra para que nos revele más acerca del Padre, solo queremos gozarnos cuando ella nos habla de lo grande que es nuestro Dios de sus proezas, de su gloria y de su majestad, la palabra nos lleva a otras dimensiones de verdad y hace que en nuestro ser interior se reflejen como si se tratara de una pantalla, las maravillas de nuestro Dios y de sus grandes hazañas y prodigios. Como niños pequeños quedamos asombrados de lo que es capaz de revelarnos la palabra y estamos expectantes ante lo que Dios nos quiere mostrar a través de ella.

Heme gozado en el camino de tus testimonios, Como sobre toda riqueza.  Salmos 119:14.

El salmista se deleitó en la palabra porque pudo experimentar  en medio de aflicciones, crisis y derrotas el consuelo y apoyo. Dios actuó por medio de la palabra para llevarle aliento y fuerzas. Cuando no disfrutamos la palabra entonces no podemos prestarle atención cuando estamos atravesando crisis en nuestra vida. Nuestra vida se verá expuesta a las presiones, los contratiempos, y sólo aquello que nos place es lo que podemos hacerle caso y podemos relajarnos y depositar nuestro corazón.  Aquello que no tiene importancia en nosotros y no ocupa un buen lugar no puede influenciarnos ni animarnos. 

Cuando una persona anda en algún problema y Dios le muestra la solución a ese problema, ella no podrá verlo pues la palabra no está en el nivel en su vida para que ella le preste atención. Una persona puede estar enferma pero no le agrada aquella medicina que puede salvar su vida, y decide no tomarla, por consecuencia no tendrá la sanidad en su cuerpo. A alguien que no le agrade la palabra no podrá gustar de las bendiciones que hay en ella.

Si tu ley no hubiese sido mis delicias, Ya en mi aflicción hubiera perecido. Salmos 119:92.

Aflicción y angustia me hallaron: Mas tus mandamientos fueron mis deleites. Salmos 119:143.

Del mandamiento de sus labios nunca me separé; Guardé las palabras de su boca más que mi comida. Job 23:12

Hay muchos cristianos que no crecen espiritualmente, porque no tienen deseos de la palabra. Una características de los niños es que desean la leche materna, así una característica de los niños espirituales es su deseo inmenso por aprender de la palabra.
Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis en salud. 1 Peter 2:2.

La ley de Jehová es perfecta, que vuelve el alma: El testimonio de Jehová, fiel, que hace sabio al pequeño. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón: El precepto de Jehová, puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová, limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.  
Salmos 19:7-9
La palabra te hace volver de tu mal camino.
La palabra hace sabio al más pequeño.
La palabra alegra el corazón.
La palabra permanece inalterable y sus promesas permanecen en el tiempo.
La palabra te lleva a la justicia.

MEM. ¡Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; Porque me son eternos. 

Más que todos mis enseñadores he entendido: Porque tus testimonios son mi meditación. 
 Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos. 
 De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra. 
 No me aparté de tus juicios; Porque tú me enseñaste.
¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.
De tus mandamientos he adquirido inteligencia: Por tanto he aborrecido todo camino de mentira.
NUN. Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
Salmos 119:97-105.

Solamente te esfuerces, y seas muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó: no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendieres. 

El libro de esta ley nunca se apartará de tu boca: antes de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito: porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Josh 1:7-8 

·        Cuida de hacer conforme a  la palabra.
·        No te apartes de la palabra en ningún momento.
·        La palabra debe de estar de continuo en tu boca.
·        Cuando haces todas estas cosas haces prosperar tu camino y todo te sale bien.