«Los trabajadores se están cansando, y los escombros que quedan por sacar son demasiados. Jamás podremos construir la muralla por nuestra cuenta»”. Nehemías 4:10 (NTV)
En la vida cristiana, a menudo nos enfrentamos a desafíos y obstáculos que nos hacen sentir cansados y desanimados. Al igual que el pueblo de Judá que construía la muralla, a veces nos encontramos con tareas abrumadoras que parecen imposibles de lograr por nuestros propios esfuerzos.
Sin embargo, es en esos momentos de agotamiento y desesperación que debemos recordar que no estamos solos. Dios está con nosotros, y su fortaleza es nuestra fuerza. A través de los momentos de oración que nos hacen vivir experiencias con Dios y fortalecen nuestra alma, podemos encontrar el poder y la perseverancia para superar cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino.
Cuando nos sentimos abrumados, es crucial recordar que podemos buscar ayuda en Dios pero también en nuestros hermanos y hermanas en la fe. Juntos, ellos nos darán consuelo, apoyo y orientación para continuar construyendo nuestras murallas en las áreas emocionales, espirituales o de relaciones, también nos ayudaran a superar los desafíos con valentía y determinación. Sí, Con la ayuda de Dios y las personas de nuestra comunidad que nos aman, podemos lograr lo que parece imposible.
Este pasaje de Nehemías nos puede hacer recordar que, aunque estemos cansados, abrumados, desanimados, decepcionados, o nos parezca que hay tanto trabajo, tantas cosas que nos agobian o que nos parezcan imposibles, con la ayuda de Dios, podemos construir y reconstruir las murallas de nuestras vidas con fe, esperanza, amor y volver a levantarnos y realizar nuestros sueños y anhelos, por los cuales hemos luchado con tenacidad.
Oración
Amado Dios: En este momento, elevamos nuestros corazones hacia Ti con humildad y gratitud. Reconocemos que en la vida cristiana, nos enfrentamos a desafíos y obstáculos que a menudo nos abruman y agotan. Como el pueblo de Judá que construía la muralla, a veces nos encontramos con tareas que parecen imposibles de superar por nuestros propios esfuerzos. Sin embargo, en esos momentos de agotamiento y desesperación, encontramos consuelo en saber que no estamos solos. Reconocemos que Tú estás con nosotros en medio de nuestras pruebas y que tu fortaleza es nuestro impulso. En estos momentos de oración y comunión contigo, encontramos el poder y la perseverancia para superar cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino.
Te damos gracias porque nos has dado personas de fe a nuestro alrededor, donde podemos encontrar apoyo, consuelo y orientación. Pedimos que fortalezcas nuestras conexiones con nuestros hermanos y hermanas en la fe, para que juntos podamos superar los desafíos con valentía y determinación.
Que tu gracia nos renueve, fortalezca nuestras almas y nos infunda valor para enfrentar los desafíos con fe. Con tu ayuda, creemos firmemente hoy que puedo superar cualquier dificultad y lograr lo que parece imposible. En el nombre de tu amado Hijo, Jesús, Amén.
