Babel se
encontraba en Sinar, antiguo reino de
Nimrod, él fue llamado el cazador allí
se reunieron los hombres para un proyecto de construcción de una torre inmensa. En medio de la
construcción surge la confusión y la comunicación sufre una
transformación. El proyecto nuca llego a su fin.
Como en la construcción de la torre de Babel, el hombre de hoy quiere
hacer muchas cosas pero sin la dirección
de Dios, hay muchos inventos, adelantos
e investigaciones pero todo demuestra que estamos más confundidos y dispersos.
Debemos reconocer a Dios en nuestras decisiones y volver nuestro rostro a él
dejando to orgullo y soberbia. Dios nos
espera siempre para ayudarnos en nuestros proyectos y decisiones, no le
pongamos a un lado.
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