La prueba no me gusta, pero es necesaria para un propósito mayor.
Padre mío,
si es posible, pase de mí este vaso; empero no como yo quiero, sino como tú. Mateo
26:39
Ahora mi
alma ha sido perturbada, y ¿qué? ¿Debería decir: Padre, sálvame de esta hora?
pero por eso he venido a esta hora. Juan 12:27
El Padre me
podría ayudar enviándome legiones de ángeles poderosos, librarme de la
aflicción y destruir a todos los que buscan mi mal. Sin embargo no …he
descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, mas la voluntad del que me envió.
John 6:38.
Y la
voluntad de mi Padre es que me humille y me haga obediente. Porque después de
este padecimiento, el Padre hará que en mi nombre las personas alcancen el
perdón y la salvación de sus almas.
Toda prueba,
todo sufrimiento, toda adversidad
siempre tiene un propósito mayor.
Y hallado en
la condición como hombre, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz. Filipenses 2:8
El cual en
los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas
al que le podía librar de la muerte, fue oído por su reverencial miedo. Y
aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia. Hebreos 5:7-8
Así está escrito, y así fue necesario que el
Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; Y que se predicase en su nombre el
arrepentimiento y la remisión de pecados en todas las naciones, comenzando de Jerusalén.
Lucas 24:46-47.