domingo, 19 de octubre de 2025

Una Vida Nueva al Morir con Él



 2 Timoteo 2:11: "Palabra fiel es esta: Si morimos con él, también viviremos con él".

El apóstol Pablo nos presenta una verdad profunda y fundamental del cristianismo, llamándola una "palabra fiel". Este versículo no se refiere solo a la esperanza futura después de la muerte física, sino a una realidad espiritual que comienza en el momento de la salvación. Cuando el creyente se une a Cristo a través de la fe, se beneficia de Su muerte y participa de una manera poderosa en Su resurrección.

El significado de esta "palabra fiel" es que fuimos inmersos en la muerte de Cristo, lo que implica que morimos con Él. Debido a que Cristo murió por el pecado, nuestra muerte con Él significa que estamos muertos al pecado. Debemos reconocer y considerar como cierto que el pecado ya no tiene fuerza sobre nosotros como la tenía antes.

Pero la promesa no termina en la muerte. Si morimos con Él, también viviremos con Él. Su resurrección es, de hecho, nuestra resurrección; Su Vida es ahora nuestra vida. Al creer en Él, hemos pasado de la "muerte" (vivir sin el Señor) a la "vida" (vivir con el Señor), obteniendo vida eterna y comunión con Dios.

Ahora estamos vivos para Dios. Esto significa que, como creyentes, somos capaces de escuchar Su voz, sentir Su presencia, y experimentar Su amor y poder.

Esta verdad nos establece una realidad ineludible: "Ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos".

Aplicación

  1. Entreguemos nuestro ser como un sacrificio vivo: Ya que le pertenecemos al Señor en vida y en muerte, Pablo nos ruega que, con los ojos abiertos a las misericordias de Dios, le entreguemos nuestros cuerpos como un "sacrificio vivo, santo y agradable a Dios", lo cual constituye nuestro culto racional o inteligente. Esto implica una entrega total e incondicional a Dios.
  2. Vivamos de acuerdo a nuestra nueva identidad: Debemos vivir en armonía con la verdad teológica central de que la vida eterna se encuentra solo en Cristo. Una aplicación práctica de esto es concentrar nuestra atención en las cosas de arriba, y no en las de la tierra, reconociendo que hemos muerto y nuestra vida está escondida con Cristo en Dios.

Reflexiona

  1. Si mi vida en la tierra está ahora en unión con Cristo, ¿demuestra mi caminar diario que realmente he pasado de la "muerte" (sin el Señor) a la "vida" (con el Señor)?.
  2. El plan de Dios para mí es que experimente una vida nueva en Él. ¿Qué hábito o prioridad mundana (que no está claramente prohibida en la Biblia, pero es materialista o pasajera) debo dejar morir hoy para vivir más plenamente mi resurrección con Cristo?

La Oración De Hoy

Padre Celestial, te doy gracias porque Tu Palabra es fiel y verdadera. Gracias porque por medio de Tu Hijo, si morimos con Él, también vivimos con Él. Confieso que a menudo batallo en recordar que estoy muerto al poder del pecado. Te ruego que me ayudes a vivir cada día plenamente convencido de que le pertenezco a Ti. Recuérdame continuamente que estoy vivo para Ti, para que pueda sentir Tu presencia y responder a Tu amor y poder. Mi deseo es ofrecer mi cuerpo como un sacrificio vivo, en adoración inteligente. Que mi vida sea un reflejo de la vida que Tú estás construyendo en mí, y no de las costumbres de este mundo. En el nombre de Jesús, Amén.

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