viernes, 21 de noviembre de 2014

El Fin De Los Tiempos


Basado en Mateo Capítulo 24.

Los discípulos le preguntan a Jesús acerca de la destrucción del templo.

¿Qué le muestran los discípulos a Jesús? .

Aquellos edificios eran enormes y muy hermosos, ¿pero qué dice Jesús de ellos?.

 El templo y sus hermosos edificios serían completamente destruidos. Los discípulos, entonces, le hacen dos preguntas importantísimas a Jesús, ¿Cuáles son estas preguntas? .

¿CUÁNDO SUCEDERÁ TODO ESTO?

Esta primera pregunta se refiere específicamente a la destrucción del Templo, pero la respuesta que les da Jesús va mucho más allá de la destrucción de un edifico religioso y de la destrucción de la ciudad de Jerusalén (que sucedió en el año 70 D.C.), su respuesta se extiende hasta el fin de los tiempos.

¿Qué les responde Jesús? (Mateo 24:32-34, 36, 42, 44, 50).

¿Entiendes? De diferentes maneras y con diferentes ejemplos Jesús les trata de decir a sus discípulos que más importante que “cuándo” sucederá, es “cómo” nos estamos preparando para ese día.
Más importante que saber el día, mes y año, es tener la actitud de “esperarlo” por qué Él vuelve a buscarnos.

“Estén preparados”, les dijo Jesús.
“Estén preparados”, nos dice a cada uno de nosotros.

¿Y cómo me preparo? ¿Qué tengo que hacer? ¿Un bunker subterráneo y almacenar comida y armas?

¿Compro un calendario maya? ¿Cancelo mis sueños para los próximos años? ¡¿Cómo me preparo?!

Tranquilo… No gastes dinero ni en el bunker ni en el calendario. El mundo no se terminó en 2012, y por ahora no se terminará. Sólo tienes que hacer lo que dice Jesús.

Mira los versículos 33, 42, 45 y 46. Ahí tienes la respuesta.

1. No ignores los acontecimientos que suceden en el mundo, porque cada uno de ellos son las “señales” de que se acerca el día del regreso de Jesús (vs.33).

2. Mantente “velando”. Despierto, atento. Cuida tu vida espiritual, tu santidad, mantén fluyendo tu relación personal con Jesús. No permitas que los falsos profetas y los pesimistas te llenen la cabeza con anuncios mentirosos (vs.42-45).

3. Invierte tu tiempo en cosas útiles. Que Jesús vuelva y que el fin de los tiempos se acerque no significa que tengas que echarte a dormir, abandonar tus estudios o renunciar a tu trabajo. ¡No! Ocupa tu tiempo proyectando tu vida, creciendo, avanzando en el logro de tus sueños mientras cuentas cada día como uno menos para que Él venga a buscarte (vs.45-46).

¿QUÉ SEÑALES HABRÁ?

Jesús les contesta de manera muy concreta, pero sin diferenciar las señales inminentes relacionadas con la destrucción de Jerusalén y del templo, de aquellas otras que apuntan al fin de los tiempos y que aún no se han cumplido. Mira las señales:
  • Se oirán muchas mentiras y rumores. “Todo termina en el 2012 dijeron los mayas”. Pero aún no es el fin (vs.4-6).
  • Habrá guerras, hambre y desastres naturales. (vs.7-8).
  • Los hijos de Dios sufrirán persecución por su fe en Jesús (vs.9-10, 20-22).
  • Surgirán muchos falsos Cristos y falsos profetas y el amor de muchos por Dios se enfriará (vs.11-13, 23-26).
  • Se predicará el evangelio del Reino de Dios en todas las naciones (vs.14). Entonces vendrá el fin.
  • Profanarán el lugar santo (el templo de Jerusalén) (vs.15-18).
  • Los astros celestiales se conmocionarán (vs.29).
  • Y la mayor de las señales aparecerá en los cielos y será vista por todos: el Señor Jesús viniendo sobre las nubes, con poder y gloria, y los ángeles delante de él recogiendo a sus escogidos (vs.30-31). ¡¡Wooww!! ¡Qué momento!
Los ángeles recogerán sólo a los hijos de Dios (vs.40-41). Los demás se quedarán.
Jesús vendrá en un abrir y cerrar de ojos, como un relámpago (vs.27). ¿Estás preparado para ese día? ¿Has invitado a Jesús a tu vida para que perdone de tus pecados y sea tu Señor?

Prepárate porque Él viene…

sábado, 18 de octubre de 2014

Lagrimas Primero, Luego Cosecha de Gozo


"Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán" (Psa_126: 5)

Muchas Veces  llorar es adecuado para la siembra: no queremos que el suelo se quede muy seco. La Semilla sumida en las lágrimas  se debe plantar en su tiempo. El fertilizante que son  las lágrimas de oración dará la buena semilla, le da  un sabor que la protegerá  del gusano: Es una verdad que tiene que ver con lo  terrible y serio de la vida, estas lagrimas tienen un doble propósito fertilizan y protegen. En lugar de pararnos en nuestra siembra debido a nuestro llanto, redoblemos nuestros esfuerzos, porque la temporada es  propicia.


Nuestra semilla celestial no puede ser sembrada, sin coordinación o riendo. El Profundo pesar y preocupación por las almas de los demás son un acompañamiento   junto con  la enseñanza divina. Hemos oído hablar de hombres que han ido a la guerra con el corazón alegre, pero fueron golpeados en esa guerra; así mismo sucede a los que siembran
.

Vamos, entonces, esfuerza tu corazón, siembra  en llanto, porque tú tiene la promesa de una cosecha alegre. cosecharás. mismo, verás algunos resultados de tu trabajo. Esto vendrá  en tan gran medida como para darte alegría, que una mala cosecha, marchita, y escasa no tendrás. Cuando tus ojos estén oscuros con lágrimas de plata, piensa en el maíz de oro. Ten alegremente el presente trabajo y decepción; porque para el día de la cosecha tendrás plena  recompensa, abundante cosecha y una sonrisa en tus labios y gozo en tu corazón.

jueves, 9 de octubre de 2014

Lo que Santifica Nuestras Ofrendas


"Y el sacerdote pondrá de esa sangre sobre los cuernos del altar del incienso aromático delante de Jehová" (Lev_4: 7)

El altar del incienso es el lugar donde los santos presentan sus oraciones y alabanzas; es  agradable presentar ofrenda a Dios. Pero hay una sangre antes de la adoración, un sacrificio, una entrega de alguien. Esta sangre es lo que hace que toda nuestra adoración aceptable a Jehová: Él ve la sangre de su propio Hijo y, por tanto, acepta nuestro homenaje.

Nosotros debemos poner los ojos y prestar atención sobre la sangre de la ofrenda por el pecado. No debemos  mezclarla incluso con nuestras cosas santas,  nuestro mejor arrepentimiento, la fe, la oración o acción de gracias estas cosas no podrían ser recibidas de Dios si no fuera por el mérito del sacrificio expiatorio. Hoy muchos desprecian a "la sangre"; pero para nosotros es el fundamento de consuelo y esperanza. Lo que está en los cuernos del altar está destinado a ser destacado ante nuestros ojos cuando nos acercamos a Dios. La sangre da fuerza a la oración, y por lo tanto está en los cuernos del altar. Se trata de "delante de Jehová," y por lo tanto debería ser antes que nosotros. Es en el altar antes de llevar el incienso; que está ahí para santificar nuestras ofrendas y regalos.

Vamos, oremos con confianza, ya que se ha ofrecido la Víctima, el mérito se ha declarado, la sangre está dentro del velo, y las oraciones de los creyentes debe ser dulce a Jehová.

miércoles, 8 de octubre de 2014

No Estarás en Abandonado

"Nunca más te llamarán Desamparada" (Isaías 62: 4)

"Desamparada" es una palabra triste. Es el registro de los dolores más agudos y la profecía de los males más terribles. Un abismo de la miseria que bosteza en esa palabra "abandonado". Abandonados por el que  comprometió su honor! Abandonado por un amigo, siempre probado y fiable! Abandonados por un  pariente muy querido! Abandonado por el padre y la madre! Abandonado por todos! Estos abandonos los experimentamos todos sin embargo, podemos  sobrellevarlos, si  El Señor nos ayudara.

Pero ¿Cómo será sentirse abandonado por Dios? Piense en eso, los más amargos  gritos, "¡Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" ¿Alguna vez hemos probado en cualquier grado del ajenjo y de la hiel de "abandonado" en ese sentido? Si es así, supliquemos al Señor que nos salve de la repetición de este  indescriptible  dolor. Oh tal oscuridad nunca puede volver! Los hombres en su malicia, dijeron acerca del Santo, "Dios lo ha desamparado." Pero siempre fue falsa esta idea. El Favor amoroso del Señor obligará a nuestros enemigos crueles a que se coman sus propias palabras o, al menos, detener sus lenguas.

El reverso de todo esto es que la palabra superlativa  "Hephzibah" que significa  "Jehová se deleita en ti." Convierte el  llanto en  baile. Los que pensaron que estaban abandonados oyeron al Señor decir: "Yo nunca te dejaré ni te abandonaré."

sábado, 4 de octubre de 2014

Guía Para Seuir a Jesucristo


Como creyentes, anhelamos vivir agradando al Señor. Pero para ello, necesitamos un guía que nos ayude. Imagine que tiene la siguiente conversación con Dios, y luego trate de obedecerle.
—Padre celestial, ¿quisieras ser mi guía?
Sí, quiero serlo. Mientras viajemos, quiero que recuerdes que sé a dónde estoy yendo. Cada parada a lo largo del camino está planeada para convertirte en la rama fructífera que anhelas ser. El camino puede ser a través de montañas cubiertas de nieve, por caminos pedregosos, o por valles que te tentarán a dejar la travesía. ¿Mantendrás tus ojos en mí, y me obedecerás, sin importar lo difícil que te resulte?
—Sí, Padre.
Entonces, comencemos tu primera lección: Tienes que pisar donde yo piso.
—Pero, Padre, tus huellas están muy lejos de mí.
—Las acomodaré para ti.
—Sé que vas a caminar demasiado rápido.
—Nunca caminaré más rápido de lo que sé que puedes caminar.
—Me canso fácilmente.
—Podrás apoyarte en mi brazo.
—¿Y si tropiezo?
Te levantaré y sanaré tus heridas. Pero, te tengo una segunda lección: Tendrás que seguirme aunque no puedas verme.
—Padre, ¿cómo voy a saber por dónde caminar?
Usa mi Palabra, la Biblia. Consúltala para tener dirección y seguridad de que estoy contigo, y de que sigo guiándote.
—Padre, ¿y si me confundo?
Recuerda mis enseñanzas. Recuerda quién soy, y confía en mí. Clama a mí, y yo te responderé.

viernes, 3 de octubre de 2014

El Principio de Sembrar y Cosechar

Gálatas 6.7-10 dice: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne,
de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna . . . Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”.

Este pasaje nos recuerda que nuestras buenas acciones nos beneficiarán al final, mientras que lo malo que hayamos hecho
a la larga tendrá repercusiones nefastas. Este principio va de la mano con la regla de oro que dice que debemos tratar a
los demás como queremos ser tratados.

El Señor nos llama a ser bondadosos y respetuosos con los demás, aunque no sean fáciles de amar. Es cierto que esto puede ser difícil cuando una persona nos agravia constantemente, pero si cedemos a nuestra carne y nos vengamos, estamos sembrando semillas de corrupción, y a su tiempo, cosecharemos de conformidad con lo sembrado.

Por otro lado, tratar a alguien bien — aunque no lo merezca— nos beneficiará. Según la Biblia, debemos “[sembrar] para
el Espíritu” y así cosechar recompensas. Algunos beneficios pueden ser sobrenaturales y desconocidos para nosotros en el
momento, pero sabemos que la obediencia facilitará el perdón, forjará el carácter, y desarrollará la paciencia. No importa lo que haga la otra persona, siempre ganamos cuando obedecemos al Señor.

Piense en los conflictos como oportunidades para que otros sean testigos del amor de Dios en acción. Con su ayuda, usted
puede sembrar semillas de amor, gozo y paz que producirán una rica cosecha para su propia vida y para la de otros.


viernes, 26 de septiembre de 2014

Seguros En Dios


Los bebés tienen la maravillosa capacidad de quedarse dormidos en medio
de un gran bullicio. Cierran sus ojos, sin ningún temor. El deseo de nuestro Padre celestial es que nosotros tengamos la misma sensación de seguridad en cuanto a nuestra vida en Él, por medio de Jesucristo.

¿Alguna vez notó que cuando los bebés empiezan a caminar el temor comienza a introducirse en sus mentes? Muchos lloran incluso por las más pequeñas perturbaciones, o se muestran renuentes a separarse d...e sus padres. Parecen incapaces de aceptar la seguridad que les da
mamá o papá de que todo está bien. Por mucho tiempo la situación se mantiene; tienen la misma seguridad y protección que tenían cuando eran bebés, pero carecen de sensación de seguridad. No quieren creer en las personas que saben la verdad: Mamá y papá.


Esto es precisamente lo que hacemos algunos de nosotros. No creemos en lo que nos asegura nuestro Padre celestial. En el momento de ser salvos, iniciamos una relación permanente con Dios por medio de Jesucristo y recibimos vida eterna. Pero, a veces, nos resulta difícil creer
que eso sea cierto.

La certeza de la salvación no procede de la aplicación de la lógica humana.
Es una cuestión de fe. ¿Creemos lo que Dios nos dice, o no? La seguridad crece cuando creemos la Palabra de Dios, y no nos valemos ya de nuestro propio juicio.
Primera de Juan 5.13 dice: “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna”. Crea la poderosa Palabra de Dios, y regocíjese.