¿Cuál es el propósito de tu vida?
Deberías gastar tu tiempo en prioridades no en actividades.
Debemos matenernos enfocados en el propósito para el cuál Dios nos llamó y nos creó.
Evita las distracciones y pon tu esfurzo hacia tu propósito.
Nehemías fue capaz de cumplir su objetivo por que su prioridad fue reconstruir los muros caidos, se mantuvó enfocado y evitó las distracciones.
Nehemías 4:6-23
6.Edificamos,
pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su
altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar.
7 Pero
aconteció que oyendo Sanbalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y
los de Asdod, que los muros de Jerusalén eran reparados, porque ya los
portillos comenzaban a ser cerrados, se encolerizaron mucho;
8 y conspiraron todos a una para venir a atacar a Jerusalén y hacerle daño.
9 Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche.
10 Y dijo Judá: Las fuerzas de los acarreadores se han debilitado, y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro.
11 Y nuestros enemigos dijeron: No sepan, ni vean, hasta que entremos en medio de ellos y los matemos, y hagamos cesar la obra.
12 Pero
sucedió que cuando venían los judíos que habitaban entre ellos, nos
decían hasta diez veces: De todos los lugares de donde volviereis, ellos
caerán sobre vosotros.
13 Entonces
por las partes bajas del lugar, detrás del muro, y en los sitios
abiertos, puse al pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas y
con sus arcos.
14 Después
miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto
del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y
temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por
vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas.
15 Y
cuando oyeron nuestros enemigos que lo habíamos entendido, y que Dios
había desbaratado el consejo de ellos, nos volvimos todos al muro, cada
uno a su tarea.
16 Desde
aquel día la mitad de mis siervos trabajaba en la obra, y la otra mitad
tenía lanzas, escudos, arcos y corazas; y detrás de ellos estaban los
jefes de toda la casa de Judá.
17 Los
que edificaban en el muro, los que acarreaban, y los que cargaban, con
una mano trabajaban en la obra, y en la otra tenían la espada.
18 Porque
los que edificaban, cada uno tenía su espada ceñida a sus lomos, y así
edificaban; y el que tocaba la trompeta estaba junto a mí.
19 Y
dije a los nobles, y a los oficiales y al resto del pueblo: La obra es
grande y extensa, y nosotros estamos apartados en el muro, lejos unos de
otros.
20 En el lugar donde oyereis el sonido de la trompeta, reuníos allí con nosotros; nuestro Dios peleará por nosotros.
21 Nosotros,
pues, trabajábamos en la obra; y la mitad de ellos tenían lanzas desde
la subida del alba hasta que salían las estrellas.
22 También
dije entonces al pueblo: Cada uno con su criado permanezca dentro de
Jerusalén, y de noche sirvan de centinela y de día en la obra.
23 Y
ni yo ni mis hermanos, ni mis jóvenes, ni la gente de guardia que me
seguía, nos quitamos nuestro vestido; cada uno se desnudaba solamente
para bañarse.