jueves, 21 de marzo de 2024

Para Cambiar Necesitas Desaprender y Aprender




Ya que han oído sobre Jesús y han conocido la verdad que procede de él, desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo”. Efesios 4:21-24 (NTV).

El proceso de cambio y crecimiento  es una parte fundamental del desarrollo del creyente. A lo largo de nuestras vidas, nos encontramos con situaciones que nos desafían a deshacernos de nuestra vieja naturaleza pecamisosa, dejando atrás pensamientos corrompidos, una vida cargada de sensualidad, mentiras y engaños, dolor y sufrimientos. En otros casos es salir de esa zona de pereza y conformismo, debemos avanzar hacia el nuevo ser como creyentes. 

Es cierto que nos vamos a  enfrentar con obstáculos que nos impiden avanzar en esta búsqueda de transformación.

Una de las claves para lograr la transformación deseada es entender la importancia de desaprender y aprender. Desaprender implica soltar creencias, pensamientos o comportamientos que ya no nos sirven en esta nueva vida que hemos decidido tomar, soltar  lo que nos limitan en nuestro desarrollo espiritual y como seres humanos. Estas ideas preconcebidas están arraigadas en nosotros desde hace mucho tiempo, lo que dificulta su abandono. Sin embargo, para avanzar, es necesario tener la valentía de soltar estas cargas y liberar espacio para nuevas ideas y aprendizajes que provienen del Reino de Dios.

Por otro lado, aprender implica estar dispuesto a adquirir nuevos conocimientos, habilidades y perspectivas que nos ayuden a crecer y a lograr nuestro proposito aqui en la tierra como hijos de Dios. Este proceso de aprendizaje continuo nos permite expandir nuestro espiritu y nuestra alma, abrirnos a nuevas experiencias con Dios y desarrollar una mayor comprensión del mundo que nos rodea, aportando a través de nuestras capacidades para ayudar a otros.


Para cambiar y crecer como creyentes, es fundamental abrazar la dualidad del desaprendizaje y el aprendizaje. Solo al tener la voluntad de soltar lo antiguo y abrirnos a lo nuevo, podemos iniciar un viaje de transformación  que nos lleve a alcanzar nuestro potencial más elevado y a vivir una vida plena y significativa en Cristo Jesús.


martes, 12 de marzo de 2024

Siempre Te Dices Estas MENTIRAS a ti mismo



 “Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros”. 1 Juan 1:8 (NVI)

Hay engaños que provienen de otras personas y hay engaños que provienen de nosotros mismos.Parece increíble pero nos gusta mentirnos a nosotros mismos. Se que no lo crees, pero es lo que hacemos de continuo. Te ves al espejo y te dices que eres la persona más linda del mundo, cometes errores y te dices que haces todas las cosas bien, le echas la culpa a los demás, todo el tiempo quieres comenzar a hacer ejercicios pero siempre encuentras una excusa para no comenzar, todos los años a comienzo, te propones metas y objetivos, como ahorrar, ser mejor persona, pasar más tiempo con tu familia, emntiras, mentiras y mentiras... Lo peor es que nosotros mismos nos creemos nuestras porpias mentiras. pero la mentira más peligrosa es la que te dices a ti nisno "no tengo ningún pecado"

Esta puede ser la clave del origen de todas las mentiras, el engaño del pecado te lleva a mentirte a ti mismo y a los demás. Cuando nos creemos todas esas mentiras corremos un gran peligro, es laejarnos cada vez más y más de Dios. La palabra nos enseña que el pecado nos separa de Dios y de sus bendiciones. Debemos parar de mentirnos nosotros mismos y 

Con la mentira te destruyes, te deterioras, el pecado del engaño al principio te hace sentir bien, pero al final te sentirás terrible. Es mejor afrontar la verdad. porque al final te sentiras libre, y te acercarás más a Dios disfrutando de su presencia y recibiendo sus bendiciones espirituales.

Para llegar a ser libre de la mentira debes arrepentirte de toda mentira, emprender el camino de los nuevos hábitos de verdad y libertad. La Palabra revela que conoceremos la verdad y la verdad nos hará libre. Es tiempo que vuelvas a vivir en libertad y tu corazón se vuelva un corazon sincero hacia Dios, haci ti y hacia los demás.


viernes, 8 de marzo de 2024

El Poder Que Pelea En La Mente y Esclaviza



Amo la ley de Dios con todo mi corazón, pero hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí”. Romanos 7:22-23 (NTV)

Hay gente que sinceramente ama a Dios, sin embargo se ven atacados, manipulados y esclavizados por fuerzas superiores a él. Es más ninguno de nosotros se puede deshacer completamente de esta lucha, por más que una persona lea la Biblia, ore, ayune o sea muy espiritual, esta lucha constante, implacable, cruel y maliciosa se mantendrá en la vida de las personas.


Uno de los más grandes apóstoles en el nuevo testamento confiesa que él mismo tiene estas luchas internas, aunque ama al Señor, le busca y le sirve, aún dentro de él se manifiesta el pecado. oh, cómo es posible que un apóstol de la magnitud del apostol Pablo diga esto!.

Es cierto que esta batalla continuará a lo largo de nuestra vida. Aunque hayas sido un creyente toda tu vida, la vieja naturaleza vive dentro de ti. Esta vieja naturaleza nos trata de convencer de volver a lo pecaminoso, a los deseos desordenados. 

Entonces ¿Qué podemos hacer en contra de esta vieja naturaleza?

La realidad es que no podemos hacer nada. Ella seguirá insistiendo y todo lo que hagamos será en vano. Porque no tenemos la suficiente fuerza para enfrentarla, solos. 

El error de Eva fue ponerse a dialogar con la serpiente y pensar que podría ganarle, el error de Caín fue pensar que podría jugar con sus celos, orgullo, envidia, la palabra de Dios nos señala que el que se cree que está firme mire que no caiga. No podemos permitirnos pensar que podemos descuidarnos o dejarla actuar a sus anchas.

José se vio envuelto en una situación comprometedora con la mujer de Potifar, él no la estaba buscando, la mujer lo estaba buscando. El optó por huir, correr, alejarse, para no caer.

La Palabra de Dios también nos dice que nos sometamos a Dios, resistamos al Diablo y él huirá de nosotros. Y esta es la otra parte de la ecuación, solos no podremos resistir ni optar por la nueva naturaleza, dependemos de Dios, someternos a él, obedecer, oír, sus consejos guía y palabra que nos dice qué hacer en cada situación. El Señor Jesucristo lo dijo una vez, separados de mí nada podrán hacer. Esto es muy cierto, cada vez que te ataca este gran poder y trata de esclavizarte, no pelees solo, busca la ayuda del Señor, pídele que te de una mano, él sabe que quieres hacer lo bueno para él y te ayudará, porque él ya ha vencido, tu vencerás también.


jueves, 7 de marzo de 2024

Me Alegro Que Nunca Te Rendiste

 “Es por esto que nunca nos damos por vencidos. Aunque nuestro cuerpo está muriéndose, nuestro espíritu va renovándose cada día. Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades!”. 2 Corintios 4:16-17 (NTV)

La persistencia del creyente ante las adversidades es una manifestación de la fe en acción, una confianza firme en que, a pesar de las dificultades presentes, Dios está obrando en nosotros algo eterno y glorioso. En medio de las luchas y tribulaciones que enfrentamos, somos llamados a no desmayar, a mantenernos firmes en la esperanza y a recordar que nuestro espíritu es renovado día a día por el poder de Dios.

Las dificultades que experimentamos pueden parecer abrumadoras en el momento, pero en comparación con la gloria eterna prometida por Dios, son pequeñas y temporales. Estas pruebas no solo fortalecen nuestro carácter y nos enseñan perseverancia, sino que también nos permiten confiar más plenamente en el Señor, depositando nuestra fe en Su fidelidad y en Su propósito redentor.

Así como un diamante es formado a través de la presión y el calor, nuestras pruebas y tribulaciones moldean nuestro carácter y nos hacen brillar con la gloria de Dios de una manera única y preciosa. En lugar de desanimarnos por las dificultades, podemos regocijarnos en la oportunidad de crecer en fe, esperanza y amor a través de ellas, confiando en que nuestro sufrimiento terrenal es temporal, pero la gloria eterna que nos espera es incomparablemente mayor.

Señor ayúdanos a perseverar con valentía, sabiendo que nuestras pruebas producen un peso de gloria eterna que supera con creces cualquier adversidad terrenal. Que en medio de las dificultades, encontremos fortaleza en Dios, resistencia en nuestra fe y el gozo en la certeza de que Él está obrando todo para nuestro bien y Su gloria. En Jesucristo. Amén.


martes, 5 de marzo de 2024

Qué hacer Cuando la tentación te ataca


 

“El Espíritu que vive en ustedes es más poderoso que el espíritu que vive en el mundo”. 1 Juan 4:4b (NTV)

En este verso se nos recuerda que el Espíritu Santo que habita en nosotros es más poderoso que el espíritu que vive en el mundo. Esta verdad revela la victoria que los creyentes tienen sobre el pecado, el mundo y las tentaciones de la carne.


Permítame contarle esta pequeña ilustración-

En un pequeño pueblo, vivía un joven llamado David, quien luchaba constantemente con la tentación de la envidia y la codicia. Un día, mientras caminaba por el mercado, se encontró con un anciano sabio que le enseñó como orar al Señor en esos momentos de tentación, también le mostró versos en la Biblia donde podía afianzarse para luchar en contra de estas tentaciones. El anciano le dijo: "Esta forma de orar con fe y tomando en cuenta la palabra de Dios el poder del Espíritu Santo, te ayudará a vencer las tinieblas que te rodean".

Intrigado, David tomó nota de todas estas recomendaciones y lo llevó consigo donde quiera que fuera, leyendolas y meditando sobre ellas. Con el tiempo, empezó a notar que el poder del Espíritu Santo fortalecía su voluntad y le daba la fuerza necesaria para resistir las tentaciones que antes lo dominaban. Se dio cuenta de que el Espíritu Santo dentro de él era verdaderamente más poderoso que cualquier influencia del mundo.

A medida que David experimentaba esta victoria sobre el pecado y las tentaciones, su fe se fortalecía y su relación con Dios crecía cada día. Se dio cuenta de que, a través del Espíritu Santo, podía vencer cualquier obstáculo y salir victorioso en las batallas espirituales que enfrentaba.

Esta parábola nos enseña que, como creyentes, tenemos el poder del Espíritu Santo dentro de nosotros para vencer las influencias negativas del mundo. Cuando confiamos en el Espíritu Santo y permitimos que guíe nuestras vidas, podemos superar cualquier desafío y vivir en victoria sobre el pecado y las tentaciones de la carne.

Esta reflexión nos desafía a confiar más en el poder del Espíritu Santo en nuestras vidas diaria, también nos impulsa a buscar una relación más profunda con Dios y a permitir que su poder transformador me fortalezca y  nos  guíe en cada paso que damos.

Oración


 Señor, que tu Espíritu Santo sea mi fuerza en los momentos de debilidad, mi guía en medio de la confusión y mi consuelo en las pruebas. Que mi fe en ti se fortalezca a medida que reconozco que tu Espíritu es más poderoso que cualquier adversidad que pueda enfrentar. Que tu luz brille a través de mí y que mi vida refleje tu amor y tu gracia a aquellos que me rodean.

Te entrego todo mi ser, mi corazón y mi voluntad, confiando en que tu poder se perfecciona en mi debilidad. Que mi vida sea un testimonio de tu victoria sobre el pecado y el mal, y que todo lo que haga sea para tu gloria. En el nombre de Jesús, amén.