Nuestras
palabras demuestran lo que pensamos. “…porque de la abundancia del corazón
habla la boca. pues por tus palabras serás justificado, y por tus palabras
serás condenado” Mateo 12:34, 37.
La Biblia se
refiere a Abrahán y dice que se cumplirían las profecías sobre él …conforme a lo que se había dicho: «Así
será tu descendencia», y se convirtió en padre de muchas naciones (Romanos
4:17-20)
David se
obligaba a sí mismo a pronunciar la
Palabra: «Diré yo a Jehová: «Esperanza mía y castillo mío; mi Dios, en quien
confiaré» (Salmos 91:2)
En nuestra
boca está el poder de la vida y de la muerte. Seremos saciados con el bien del
fruto de nuestra boca así lo dice Proverbios 12:14.
Las palabras
de la persona espiritual conllevan poder. Dios ordenó al ser humano que se
Fructificara y que se multiplicara; Dios
le ordenó que llenara la tierra y la sometiera; Dios le ordenó que ejerciera la
potestad sobre todo lo que se mueve sobre la tierra y vuela en los cielos»
(Génesis 1:28).
Este poder
debe ser ejercido por hombres y mujeres con un corazón creyente.
La
declaración que tiene poder es la Palabra de Dios. Aquí te presento algunos
ejemplos.
- DECLARO hoy al SEÑOR mi Dios que he entrado en la tierra que el SEÑOR juró a nuestros padres que nos daría. Deuteronomio 26:3
- Todos mis pecados fueron perdonados en Cristo (Efesios 1:7).
- Soy justificado, redimido y santificado en Cristo (1 Corintios 1:30).
- Yo soy nueva criatura en Cristo, mi vieja vida se ha ido ( 2 Corintios 5:17)
- Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13).
- Dios suple todas mis necesidades conforme a sus riquezas en gloria en Cristo (Filipenses 4:19).
- Mayor es el que está en mí que el que está en el mundo (1 Juan 4:4).
- Soy bendecido con bendiciones espirituales en los lugares celestiales en Cristo (Efesios 1:3).
- Estoy sentado juntamente con Cristo en lugares celestiales, por encima de las potestades, gobernadores, principados y huestes espirituales de maldad (Efesios 2:4-6).
- Dios hace que todas las cosas sean para bien en mi vida (Romanos 8:28).
- Si Dios está conmigo, ¿quién contra mí? (Romanos 8:31).
- Todas las cosas son posibles para mí, porque soy un creyente (Marcos 9:23).
- Dios siempre me lleva en victoria en Cristo (2 Corintios 2:14).
- Todo lo que yo pido en oración lo recibiré (Mateo 21:22).
- Por las heridas de Cristo soy sanado (1 Pedro 2:24).
- Soy un heredero de Dios y coheredero con Cristo Jesús (Romanos 8:17).
- El Señor es mi Pastor nada de faltará (Salmos 23:1).
- El Señor resguarda mi vida, ¿A quién temeré? (Salmos 27:1).
- El Señor es mi ayudador, entonces no temeré (Hebreos 13: 6).
- El amor de Dios ha sido derramado en mi corazón por el Espíritu Santo (Romanos 5:5).
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